oh mi Dios, que me atreva a describirte así, pues toda similitud y comparación deben pertenecer a lo que es esencialmente creado por Ti. ¿Cómo pueden entonces tal similitud y comparación convenirte o alcanzar a Tu Ser?".
"¡Exaltado, inmensamente exaltado eres, oh mi Amado, por encima de los esfuerzos que haga por conocerte cualquiera de Tus criaturas, por docta que sea; exaltado, inmensamente exaltado eres sobre todo intento humano de describirte, por minucioso que fuere! Pues el más elevado pensamiento de los hombres, por profunda que sea su contemplación no tendrá jamás esperanza de remontarse más allá de las limitaciones impuestas a Tu creación, ni de ascender más allá del estado del mundo contingente, ni de traspasar los límites que le han sido irrevocablemente fijados por Ti. ¿Cómo podría entonces una cosa que ha sido creada por Tu voluntad que domina a la creación entera, una cosa que es ella misma parte del mundo contingente, tener poder para remontarse hasta la sagrada atmósfera de Tu conocimiento o llegar hasta la sede de Tu trascendente poder?"
"¡Elevado, inmensamente elevado eres por encima de los esfuerzos de la criatura evanescente por remontarse hasta el trono de Tu eternidad y de lo pobre y miserable por alcanzar la cima de Tu omnisuficiente gloria! Desde la eternidad Tú mismo has descrito Tu propio Ser a Tu Ser y has ensalzado, en Tu propia Esencia, Tu Esencia ante Tu Esencia. ¡Juro por Tu gloria, oh mi Bienamado! ¿Quién fuera de Ti puede afirmar conocerte y quien sino Tú puede hacer digna mención de Ti? Tú eres Aquel que desde siempre ha morado en Su dominio, en la gloria de Su trascendente unidad y los esplendores de Su santa magnificencia. ¿Si alguien que no seas Tú fuera considerado digno de mención, en todos los reinos de Tu creación, desde los más elevados reinos de inmortalidad hasta este mundo inferior, cómo entonces podría demostrarse que Tú estás establecido en el Trono de Tu unidad y cómo podrían ser glorificadas las maravillosas virtudes de Tu unicidad y Tu singularidad?".
"Atestiguo en este mismo momento lo que Tú has testificado ante Tu propio Ser, antes de que hubieses creado los cielos y la tierra, que Tú eres Dios y no hay Dios más que Tú. Desde siempre has sido, mediante las manifestaciones de Tu poder, capaz de revelar los signos de Tu fuerza y siempre has dado a conocer, mediante las Auroras de Tu conocimiento, las palabras de Tu sabiduría. Nadie que no seas Tú ha sido jamás digno de ser mencionado ante el Tabernáculo de Tu unidad y ninguno, fuera de Ti mismo, ha sido capaz de ser alabado en la santificada corte de Tu unicidad".
Llegaremos ahora a una selección de pasajes de los escritos de Bahá'u'lláh que podrían ser definidos como la esencia de la teología y que consisten en su mayor parte de los títulos de Dios y los títulos de Bahá'u'lláh mismo. Nadie puede pretender exponer semejante tema; Él mismo reiteradamente dio testimonio de lo inadecuadas que son las palabras para expresar conceptos que están más allá de las palabras. Sin embargo, algunos de estos títulos tienen un significado obvio, como el que Dios es el Creador, el Omnipotente, o el Omnisciente, pero reflejan principalmente conceptos místicos. En el diccionario de Webster se define "místico" como: "Que tiene un significado, existencia, realidad espiritual... no evidente a los sentidos ni obvio a la inteligencia", y dice a continuación que encierra comunión individual con Dios mediante la contemplación y la penetración espiritual.
Se podría decir que todo el propósito de este libro ha sido prepararlo a uno para esta serie final de citas. Ya debiera haberse obtenido percepción interior, práctica en la oración y meditación; ahora corresponde contemplar la Luz sin pantalla, el más abstracto de todos los conceptos: la Deidad, y cómo se manifiesta al hombre a través de un Ser Divino, un Divino Espíritu que se refleja en un instrumento escogido, un hombre, y lo anima. ¿De qué otra forma podríamos tener este contacto si no nos fuese traído a nuestro nivel humano?
Aun cuando no son completos los términos que describen la naturaleza del Todopoderoso y de Bahá'u'lláh mismo dados aquí en palabras Suyas, sin embargo, constituyen una comprensiva e impresionante selección de las preciosas metáforas y frases que Él usa.
En las escrituras Bahá'ís Dios no es solamente el Creador, acerca de Quien Bahá'u'lláh declara: "¿Qué poder puede poseer la efímera criatura al estar cara a cara con Aquel que es el Increado?", sino también el Hacedor y el Modelador, "el Hacedor de la tierra y el cielo", en otras palabras, de lo visible, lo tangible, y lo invisible, lo espiritual. Dios es también el "Modelador del Universo", lo que expresa un sentido de artesanía, de un artista y su obra, de una consciencia directa de lo que Él llama "el Antiguo Ser", interesado en Su obra, no un Ser antropomórfico, sino una "Esencia Infinita", una "Eterna Esencia de Esencias", una "Esencia incognoscible", Quien es el "Origen de todas las cosas", a Quien Bahá'u'lláh se dirige como*:
El Orbe central del universo, su Esencia y Fin último.
¡Tú, en Cuya mano están los dominios de la revelación y de la creación y los reinos de la tierra y del cielo!
¡Oh Dios, que eres el Autor de todas las Manifestaciones, el Origen de todos los Orígenes, la Fuente de todas las Revelaciones, el Manantial de todas las Luces!
El "Manantial de todas las Luces" tiene casi una consecuencia científica si se piensa en las nebulosas y los millones de universos islas, pero para Bahá'u'lláh es una descripción de Dios. También lo es "el Poseedor de la creación entera", Aquel que está "más cerca de todas las cosas que lo están ellas de sí mismas". Por cierto es una relación muy personal que aparece en las Palabras Ocultas: "Amé tu creación, por eso te creé", Dios es Aquel "a Cuyo conocimiento nada escapa y a Quien nadie puede frustrar".
Aquel con Quien nadie puede compararse, a Quien no pueden ser unidos socios, el soberano Protector de todos los hombres y el Encubridor de sus pecados.
El Todo Glorioso, a Quien todos invocan en su ayuda.
El Omnipotente Protector de la Creación entera.Dios atestigua la unidad de Su Deidad y la singularidad de Su propio Ser.
Tú eres Uno solo en Tu propio Ser, uno solo en TuEl Punto de Adoración de todos los que están en los cielos y todos los que están en la tierra.
El Bienamado de los mundos.La Exultación de los corazones que suspiran por Ti.
El Amado de toda la creación y el Deseo del universo entero.
Tú que riges todas las cosas.El Ordenador, tanto en el principio como en el fin.
Tu Ultimidad que es lo mismo que Tu Primeridad, y... Tu Revelación que es idéntica con Tu Ocultación.
La existencia misma es como nada al enfrentarse a las enormes y múltiples maravillas de Tu incomparable Ser.
La utilización de las palabras "nombre" y "nombres" en las obras de Bahá'u'lláh puede parecernos extraña. El concepto místico que esto encierra es que Dios, Quien hizo existir el cosmos físico, creó la naturaleza. Bahá'u'lláh afirma:
La Naturaleza es en su esencia la personificación de Mi Nombre, el Hacedor, el Creador.
La Naturaleza es la Voluntad de Dios y su expresión dentro y a través del mundo contingente.
Es una dispensación de la Providencia ordenada por el Ordenador, el Omnisapiente.
Está dotada de un poder cuya realidad los eruditos no comprenden.
En verdad, un hombre de discernimiento no puede percibir nada en ella que no sea el refulgente esplendor de Nuestro Nombre, el Creador.
El hombre, único ser natural que posee la inmortalidad y el don del habla, retiene los conceptos dándoles nombres; clarifica los sentimientos y pensamientos oscuros nominándolos. Hay nombres de Dios, títulos de Dios, nombres de Bahá'u'lláh, títulos de Bahá'u'lláh que nos ayudan a aclarar nuestro pensamiento y a acercarnos a Ellos. Las cosas nombradas están en nuestro mundo físico pero Dios mismo, se nos enseña, es "santificado por encima de todos los atributos y santo sobre todos los nombres".
¡Oh Tú en Cuyas manos se halla el reino de todos los nombres y en el puño de Cuyo poder se hallan todos los que están en el cielo y todos los que están en la tierra!
¡Oh Tú que eres el Poseedor de todos los nombres y atributos, que sostienes en Tu puño el imperio de cuanto ha sido creado en el cielo y en la tierra!
Aquel por un movimiento de Cuyo dedo fueron originados todos los nombres y su reino y fueron creados todos los atributos y su dominio.
¡Oh Tú en Cuya mano se halla el imperio de todos los nombres!
El Señor de todos los nombres.Al elegir los variados títulos que aquí se incluyen, los he agrupado unas veces por temas similares y otras veces para no perder la extraordinaria belleza poética a que se presta en la traducción inglesa, he aprovechado la aliteración que a menudo ocurre y que permite recitarlos juntos con su poder y encanto que se perdería si se hubiesen colocado de acuerdo con su contexto*.
El TodopoderosoAun cuando muchos pasajes son repetitivos, los he citado, no sólo por las leves diferencias de pensamiento que reflejan, que bien merecen ser contempladas como tales, sino también porque cada uno de nosotros seguro que se sentirá afectado por una frase más que por otra; un conjunto de palabras, aunque diga fundamentalmente lo mismo, puede que no mueva a todas las mentes de la misma manera. En todo caso, las palabras de Bahá'u'lláh son siempre bellas y uno jamás se cansa de repetirlas.
El uso que Bahá'u'lláh hace de la palabra "naciones" da a entender claramente que Dios mismo trata con las naciones, que no es indiferente sino que está directamente interesado: "Oh Tú en Cuyo puño se hallan las riendas de toda la humanidad y el destino de las naciones"; "¡Oh Dios del Mundo y Señor de las naciones!"
Títulos de DiosTú en Cuya mano están el cielo de la omnipotencia y el reino de la creación.
Aquel Cuyo poder es inmenso, Cuya venganza es terrible.
Tú en Cuyo puño se hallan las riendas de las almas de todos los que Te han reconocido y en Cuya diestra están los destinos de todos los que están en el cielo y de todos los que están en la tierra.
Atestiguo que todo lo que no seas Tú es sólo creación Tuya y se halla en la palma de Tu mano.
Llegamos al misterio de todos los misterios, aquellos que son los Reformadores del mundo, "los Elegidos de Dios", "Las Auroras de la Revelación, los Amaneceres de la Inspiración y los Depositarios del conocimiento Divino"; "...Se asemejan al sol, el cual, no importa cuantas veces salga y se ponga, sigue siendo uno y el mismo sol. Quien haga distinciones entre cualesquiera de Ellos, verdaderamente no ha logrado llegar al propósito último ni alcanzar la más alta meta y ha sido privado de los misterios de la unidad y de las luces de santidad y unicidad". Llegamos en otras palabras a la relación de Dios con sus Manifestaciones: el sol y sus rayos, el sol y sus imágenes especulares; por una parte, la unión inseparable; por otra, la eterna singularidad de Dios. Bahá'u'lláh, una y otra vez, con muchos ejemplos, trata de dar a entender a nuestra limitada comprensión en qué consiste esto: "...por cuanto la sombra habla de Aquel que la proyecta" ¡Qué maravillosa imagen es ésta de Dios y Su Profeta! Manifestar a Dios, afirma Bahá'u'lláh, "es la posición en que uno muere para sí mismo y vive en Dios". Da testimonio de que "Desde siempre Tú has existido, solo y sin nadie fuera de Ti y continuarás eternamente siendo el mismo, en la sublimidad de Tu esencia y las inaccesibles alturas de Tu gloria". Cuando no expresa la singularidad e inaccesibilidad de Dios, Bahá'u'lláh expresa Su propia cercanía a Él y amor por Él. Para Bahá'u'lláh el Todopoderoso es "¡mi Dios y mi Deseo y mi Adorado y mi Maestro y mi Sostén y mi mayor Esperanza y mi suprema Aspiración!", el "Señor de Bahá y el Amado de su corazón y el Objeto de su deseo y el Inspirador de su lengua y la Fuente de su alma". Este Dios es Aquel que es:
El amado Compañero de BaháMi Señor, mi solo Deseo, mi Meta, mi única Esperanza, mi constante Objetivo, mi Morada y mi Santuario.
A Ti te magnificaré, en todas las circunstancias, con el corazón libre de todo apego al mundo y a todo cuanto hay en él.
Hemos contemplado la Deidad, algunos de los títulos de Dios que se hallan en las Escrituras Bahá'ís y en qué términos se dirige Bahá'u'lláh a Dios directamente. Ahora llegamos a lo que puede definirse como la forma en que Dios se dirige a Bahá'u'lláh y los títulos que Le han sido conferidos por la Divina Revelación. Son estremecedores por su magnitud y merecedores de profundo pensamiento, meditación y oración, porque constituyen fundamentalmente un camino por el cual podemos acercarnos tanto a nuestro Hacedor como a Aquel a Quien Él nos ha enviado en esta etapa en que la humanidad alcanza la mayoría de edad, el largamente prometido Día del Señor. Con todo lo místico que es el tema, el lenguaje de Bahá'u'lláh es siempre lúcido y explícito al aclarar Él Su propia posición y Sus propias funciones: "Tú eres Aquel, oh mi Dios, Quien me ha... pedido ocupar Tu sede y emplazar a todos los hombres a la corte de Tu misericordia". Él mismo es: "Aquel a Quien Dios manifestará".
La Faz de Dios entre vosotros y Su Testimonio y Su guía para vosotros.
Aquel que muestra la Deidad como Una solaLa Manifestación de Tu singularidad y la Aurora de Tu unicidad
Aquel que es el Más Elevado y Último Fin de todoTu Manifestación a Quien has investido con Tu soberanía, Tu poder, Tu majestad y gloria
El Manantial de Tu sabiduría y Tu expresiónBahá'u'lláh se identifica a Sí mismo con las profecías bíblicas: "La Palabra que ocultara el Hijo se ha puesto de manifiesto. Ha sido enviada en forma de templo humano en este día. Bendito sea el Señor que es el Padre"; "Aquel que es el Padre Sempiterno llama en voz alta entre la tierra y el cielo"; "El Señor ha venido en Su gran majestad"; "Aquel que es el soberano Señor de todo se ha manifestado".
Con toda la riqueza de frases que describen a Bahá'u'lláh en Su calidad de Manifestación de Dios para este Día, la que Él escogió para ser Su propia designación particular es "la Antigua Belleza". ¿Es que la paz que ha de establecer Su Orden Mundial otorgará a los hombres, por fin, el tiempo, la tranquilidad y la posibilidad de desarrollar la mente y cultivar sus cualidades espirituales hasta el punto en que la tónica de la vida ha de ser la belleza en el verdadero sentido de la palabra? Una palabra que exteriormente expresa simetría, armonía, proporciones elegantes, e interiormente un ser humano que es virtuoso, amable, honrado, radiante y erudito. Por lo tanto, comenzaremos con la palabra "Belleza" aplicada a Bahá'u'lláh mismo.
Dios a BaháHe usado este encabezamiento porque hay en las obras de Bahá'u'lláh muchísimas frases descriptivas dirigidas a Dios, pero que en realidad se reflejan y vuelven a Su Manifestación y se refieren a ella directamente. Por lo tanto, puede decirse que es Dios Quien se dirige a Bahá'u'lláh en palabras como éstas: "Aquel que es Tu Recuerdo y Quien ha aparecido en el manto de Tu muy pura y augusta Belleza" y para Quien Dios "levantó el velo de gloria y descubrió el semblante de la Belleza"; Aquel a Quien Él designa como "Mi Belleza". "La Manifestación de Tu belleza y el Revelador de Tus signos". "Aquel que es Tu belleza ha sido establecido sobre el Trono de Tu Causa". "El Sol de Tu belleza".
Títulos de Bahá*El lenguaje que describe a Bahá'u'lláh ofrece tal paralelo en términos con el lenguaje que describe a Dios, que uno debiera tener siempre presente que en este caso estamos mirando al Sol en el espejo: parece ser el sol mismo, pero en realidad es la manifestación de los atributos del sol.
Dios a BaháTe hemos escogido para que seas nuestra poderosísima Trompeta cuyo toque ha de señalar la resurrección de toda la humanidad.
Y cuando ocurrió Tu promesa y se hubo cumplido el tiempo fijado, Aquel que es el Poseedor de todos los Nombres y Atributos fue hecho manifiesto a los hombres.
Tu Ser Tu Luz Tu LámparaEl Lugar del Amanecer de Tu inspiración y de Tu revelación
El Lugar del Amanecer de Tus muy resplandecientes signos
El Lugar del Amanecer de Tu majestad y fuerzaEl pensamiento más agradable de comtemplar es el de que Dios es la antítesis del hombre; que todo lo que nosotros somos, Él no lo es; Él es increado, nosotros somos creados; Él es el Todopoderoso, nosotros no somos sino débiles creaturas; Él es el Único que es imparcial, que es justo y que todo lo abarca en Su juicio; es compasivo a la vez que desapasionado; puro como la lluvia que cae del cielo sobre los hombres; fijo como las estrellas en sus órbitas, a diferencia de nuestra constante vacilación de propósitos, nuestros motivos egoístas, los prejuicios de nuestras pequeñas mentes, nuestro interés propio y avaricia constantes.
Bahá'u'lláh es descrito como "la Imagen del Más Misericordioso"; también, como "el Sol de la justicia" y como "Aquel... mediante Quien" Dios ha "separado a los piadosos de los impíos". Shoghi Effendi define aún más claramente Su función al decir que Bahá'u'lláh es "el Organizador del planeta entero" y "la fuente de la Justicia Más Grande".
Hay en los escritos mucho sobre el tema de la justicia y también hay mucho sobre el tema de la misericordia. Sin Misericordia Divina para cada uno de nosotros, ¿qué esperanza tenemos? Sin Justicia Divina para el mundo, ¿qué esperanza tiene la sociedad humana? En un mundo donde los hombres, en su mayoría no muestran uno al otro ni ésta ni aquélla, es de hecho agradable pensar que el ajuste de cuentas está en manos de un Dios que procede tanto con justicia como con misericordia: dos cualidades en apariencia incompatibles, por cuanto la justicia entraña castigo y la misericordia perdón.
Títulos de BaháLa Bendita Belleza sufrió durante cuarenta años para poder darnos el Mensaje de Dios ¿Qué mayor amor que éste: amor a Dios y amor a nosotros? Es apropiado que este libro de Sus palabras y Sus alabanzas de Su Divino Amado se cierre con palabras de amor que describen Su propio misterio Su ternura, Su belleza, Quién y lo qué es Él:
El AmanteBahá'u'lláh es para Dios "Aquel que Te es querido", "Tu muy resplandeciente, Tu adorable y siempre bendita Belleza".
Aquel que bebe de las aguas de mi Revelación gustará de todas las delicias incorruptibles ordenadas por Dios desde el principio que no tiene principio hasta el fin que no tiene fin.
* A fin de facilitar la lectura en esta parte se han eliminado la mayoría de los asteriscos; sin embargo, cuando se intercala una palabra o frase para aclarar una sentencia o ajustarla gramaticalmente, se usan asteriscos para distinguir de las palabras de Bahá'u'lláh.
* N.T.: Se respeta en esta traducción el orden del original.
* Unos pocos son de fuentes Bahá'ís pero no de las mismas palabras de Bahá'u'lláh.
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